Resaca de la Crono de Lucena

Bueno, pues al final, el mismo domingo por la mañana, y por motivos personales, decidí ir a Lucena, en lugar de Guadix. La Zafira se conoce el camino a Lucena de memoria, y poco antes de las 9 estaba en el Mesón Leo, donde estaban los participantes realizando las verificaciones. Allí me acoplé en un coche de la organización para ir al tramo. Antes de que se me olvide, enhorabuena al Motor Club de Lucena por ofrecernos otra carrera, por el trato con la prensa y por seguir en la brecha, con gente nueva.

Allí me encontré con  mi compañero de Autohebdo Sport, Antonio Vallejo, al que podeis ver en la foto, preparado para la manga de entrenamientos. El escribirá la crónica de la revista, así que aquí solo van algunos apuntes. Nos dirigimos a la primera curva a izquierdas tras la salida, donde vimos la manga de entrenamientos.

Hubo bastante público, en la zona hay gran afición y llegó mucha gente de otras localidades andaluzas. Ya tenemos recambio generacional, como este niño, que jugaba con sus coches de rally antes de comenzar la carrera. (P.D. Antonio Nevado informa que el niño es Hugo Pérez, hijo del piloto de Escudería Villacor, F.J. Pérez y que efectivamente es ya un gran aficionado)

 

Como seguramente ya sabréis, la victoria entre los Car-Cross fue para Rafael Galán, con su Speed Car Xtrm (en la foto, y al fondo, el que suscribe con el sombrero de paja) patrocinado por la UCO, estando en la prueba Pilar Dorado, una profesora “racing”, que además ahora es Vicerrectora del Campus de Rabanales. José Crisanto Galán  fue penalizado al tocar una valla new jersey (así se llaman las de plástico que marcaban las chicanes), y cayó hasta la tercera posición detrás de Francisco Javier Herrada, aunque sigue líder del certamen.

Allí dio un sustillo, especialmente a algún fotógrafo, el Citroën AX de José Aguilar, como vemos en la foto. Importante como siempre estar atentos y tener espacio para la retirada. Luego este piloto siguió en carrera y acabó el once de la general.

Al acabar la manga de entrenos, subimos andando por la crono, hasta llegar a otra curva a izquierdas, tras una recta con rasantillo y uno de los lugares con más aficionados. Allí estaba el piloto malagueño Ángel Cordero, a la izquierda en la foto frente a  David Gómez (buen fotógrafo y copiloto de Carlos Cabezas), recordando el vuelco que tuvo con su Car Cross en esta prueba hace unos años y que reflejábamos en la anterior entrada.

El vencedor en Turismos fue el sevillano Juan José García “Tato”, con su Citroën AX GTI, al que ya había visto este año en el Slalom de Dos Hermanas y que aparece en la foto de arriba. La segunda plaza fue para el malagueño Juan José Ruiz, con su AX rojo, mientras que Pedro Valverde se hizo con la tercera posición.

Al acabar la primera manga oficial, Antonio Vallejo y yo seguimos subiendo, llegando a la recta del final del tramo. El se bajó a la curva previa, y yo me quedé enfrente de la última chicane de la carrera, marcada con dos vallas new jersey, y que iba a tener un especial protagonismo. En la foto de arriba, el chico que se encargaba de colocar la blanca cuando alguien la tocaba, y que fue de los que más trabajaron esa mañana. Su situación estaba marcada en la carretera con pintura blanca y era la misma que en anteriores pasadas.

Comenzaron a subir los coches en la segunda manga oficial y aquello parecía el juego “tirar la valla”. Cerca de mí estaba Ángel Cordero y el cordobés Manolo Valverde (padre del piloto Rafael Valverde), y nos asombramos de los numerosos toques a la valla. Por ejemplo, en la foto el malagueño Marcelino Mariscal, que la desplazó claramente. Había otros que la rozaban y la desplazaban menos.

Hubo otros pilotos, digamos que la mitad, que la pasaron limpiamente, como Rafael Valverde al que vemos en las fotos de arriba con su Renault Megane: frenaba justo delante de la blanca, y luego hacía el zig-zag, saliendo por la izquierda de la carretera

Incluso algunos, como vemos en las fotos a Juan Camacho con su Evo, que no la tocaban con el frontal del coche, sino con la parte lateral del coche. Cuando acabó la carrera, nos fuimos al Mesón Leo, a esperar a los participantes y las clasificaciones. Y allí empezó el lío.

Antes de seguir, permitidme un consejillo a los organizadores. En cualquier carrera, por modesta que sea, es conveniente disponer de un lugar reservado para dirección de carrera, cronometradores, comisarios, etcétera. Puede ser una habitación, una caravana, o lo que sea, pero es mejor que tenerlo en un rincón del restaurante, sin privacidad.

 En la entrada sobre la resaca del Costa de Almería, señalaba que los comisarios son como los árbitros, tienen que tomar decisiones y pueden equivocarse, como todos los seres humanos. Quede claro. A las 14.50 se publicaron las primeras clasificaciones oficiosas, y como son públicas y es mi costumbre en todas las carreras, les hice una foto. Arriba tenemos la de los Car Cross, que era sorprendente, pues al vencedor se le daba un tiempo total de 42 segundos con 645 centésimas como suma de las dos mangas, cada una de un kilómetro. O sea a una velocidad impresionante, pues los turismos habían hecho más de un minuto y medio. Además se daba como segundo a un debutante con un Speed Car 1, a solo 4 décimas del primero.

En la oficiosa de turismos, publicada a la misma hora, se daba como vencedor a Juan Antonio Galván, y en el apartado de penalizaciones (en la foto), había 21 correspondientes al puesto cinco (última chicane, donde habíamos estado). Allí comenzaron las reclamaciones, conversaciones con comisarios, etcétera, y a las 15.30 se publicaban de nuevo las oficiosas, en las que ya se habían corregido los tiempos de los car-cross y en turismos se anulaban las penalizaciones del puesto cinco.

Lógicamente entonces se sintieron perjudicados los que habían pasado correctamente por las vallas y habían perdido tiempo y posiblemente puestos en la general.

Conclusiones:

Que los árbitros a veces se equivocan, y sus decisiones pueden favorecer a unos y perjudicar a otros. (Y que antes de publicar una clasificación, aunque sea oficiosa, hay que comprobar que los tiempos sean coherentes)

Que hay que intentar que los que estén en sitios potencialmente “conflictivos” (como las chicanes de las cronos), sean expertos y sobre todo, que mantengan el mismo criterio para todos.

Que hay que diferenciar claramente a los organizadores  (en este caso el Motor Club de Lucena)  de los oficiales de la prueba (director de carrera, deportivos, cronometradores, etc).

Que no me parece correcto que algunos medios de comunicación digital hayan destacado estos hechos del final de  la crono para etiquetarla de accidentada. No estoy de acuerdo, accidentes no hubo.

Para acabar, algo simpático:  la decoración del Speed Car del debutante Gonzalo Ramírez, con dibujos manga.

Y este fin de semana, cita en Palma del Río, en la I Fiesta del Motor de la Escudería «A Rass», con un Rallyesprint por la mañana y un autocross por la tarde, todo en la Finca La Palmosa. A preparase bien para el calor, que el “lorenzo” va a pegar fuerte.

Nos vemos.