Clásicos en la Sierra Mojada

Buenos días, hoy es 24 de marzo, Domingo de Ramos, y estoy en casa, después de dos fines de semana pasados por agua. El primero de ellos en el II Rallye Sierra Morena Clásico, sobre el que irá esta entrada, y el segundo en el de Ugíjar, primera prueba del Andaluz de Rallyes.

Antes de comenzar lo que va a ser una larga entrada, comentar brevemente el Gran Premio de Malasia de Fórmula 1, qu acabo de ver por la tele. En primer lugar el abandono de Fernando Alonso, tras romper su alerón delantero al colisionar con el coche de Vettel. Creo que el asturiano ha arriesgado mucho y más cuando no ha entrado a boxes a repararlo. Por otra parte, el pique entre Vettel y Weber por la primera plaza, los dos del mismo equipo y con victoria final del alemán. Vaya careto que tenían los dos y Adrian Newey después de la carrera. Y lo mismo entre Hamilton y Rosberg. Por cierto, cada vez aguanto menos al «lobezno rapado» que narra las carreras como un apasionado tiffosi del asturiano. ¡Un poquito más de imparcialidad, hombre!

Los días 8 y 9 de marzo se disputó el II Sierra Morena Clásico, organizado por el Automóvil Club de Córdoba, con una inscripción de menor número que la primera edición, entre otras cosas porque el sábado 9 de marzo hubo otra prueba de regularidad histórica en Málaga. Dos etapas, una el viernes por la tarde-noche, y la segunda durante el sábado, más de 600 kilómetros de recorrido con la mita de ellos de tramos de regularidad.

Una de las novedades de esta edición era la ubicación del centro neurálgico de la carrera, en el nuevo El Corte Inglés-Hipercor situado en la Ronda Oeste de Córdoba. Entre sus ventajas, un fácil acceso, aparcamiento subterráneo gratuito y la explanada donde se instaló el parque cerrado. La foto está hecha desde la cuarta planta del centro comercial, y parecen coches de scalextric. Poco después de hacerla volví al centro para recoger algunas cosas y sobre las siete de la tarde cayó la lluvia con mucha fuerza.

A las ocho de la tarde salió el primer equipo, formado por Juan Megías y Jesús Gijón, campeonas andaluces de regularidad histórica el pasado año. En la foto con el Alfa Romeo Giulietta tapado por las banderas, de izquierda a derecha Miguel Reina (exportero de fútbol y padre de Pepe Reina), en representación del Ayuntamiento, Jesús Gijón, Manuel Muñoz (presidente del A.C. de Córdoba), y Juan Megías.

Vimos salir unos cuantos coches y nos fuimos en mi Zafira hacia el final del primer tramo, Trassierra-Ermitas- Lagar. Dejamos el coche en la entrada del Colegio La Aduana y nos bajamos a la curva anterior (la del chalet), donde esperamos a los primeros participantes. Como suele pasar, y más con la lluvia, las fotos de los primeros no salieron muy bien. En esta tenemos a los pozoalbenses Rubén Sánchez y Miguel Bajo con su Seat Fura Crono, que fueron segundos en la primera edición y en esta acabarían terceros, penalizados en un enlace muy corto de tiempo.

La regularidad histórica se hace con las carreteras abiertas al tráfico, como se observa en esta foto, con un turismo subiendo y el Porsche de los lucentinos Antonio Bartolessis y José Angel Adán en sentido contrario. Adelanto ya que voy a intentar poner fotos de bastantes participantes, sin repetirlos.

Poco después me cambié de sitio y fui adonde tenía el coche aparcado. En la foto, el Citroën GS de los cordobeses Luis García (habitual oficial de la FAA)  y David Jeremías, que no finalizaron la prueba el sábado. Este coche, como otros participantes, no es exactamente un clásico deportivo, pero tuvo su momento en  las carreras, recordad las actuaciones de Rizos Muñoz.

Después de ver pasar la mayoría de los participantes, bajamos a Córdoba y tomamos la carretera de Badajoz, en la que encontramos intensa lluvia y hasta niebla. Llegamos al Restaurante El Cruce, donde había un reagrupamiento para los participantes y les daban la cena. En la foto el veterano piloto cordobés José Antonio Caballero (que está acabando de reparar su Mitsubishi Evo X), junto a su copiloto y sobrino José Antonio Urbano, que debutaba en competición y se lo pasó en grande. Además acabaron cuartos entre los Turismos (sin aparatos de medición) con su Volkswagen Golf GTI. Por cierto que una de las cosas que me llamó la atención en este rallye fue el buen número de gente joven participando.

Después de tomar un «tentenpié», nos fuimos (mi hermano Fernando, mi hijo Alvaro y yo) hacia el siguiente tramo, que era entre Villaharta y Obejo, pero en lugar de meternos en el mismo, decidimos quedarnos en el cruce desde donde sale la carretera para Obejo, en subida y con un ángulo cerrado, donde algunos se despistaron.

No fue el caso de los de la foto, los granadinos Miguel Ángel García y Fernando Saeta con su Porsche 911 SC, que dominaron la prueba desde sus comienzos y se anotaron una clara victoria. Enhorabuena al equipo de la Escudería Granada 49.9.

Francisco Javier Roldán y Javier Roldán se pasaron un poquillo con su BMW 323i, pues la carretera seguía hacia donde está el fotógrafo. Fijaros al fondo, hacia arriba sigue la carretera que va a Pozoblanco, hay una parada de autobús con un coche delante y a la derecha, la Zafira, retiradila por si acaso.

El Mini MKII de Miguel Ángel Moreno y José María Solano saliendo del cruce. con un edificio público al fondo.  Otro vehículo que marcó una época en los rallyes.

El bonito Seat 850 de Francisco javier Casasola y Francisco Montero casi llega a la parada de autobús. Fijaros en los reflejos de las luces, verdes y en el techo. Y es que siempre se me olvida quitarle el filtro ultravioleta al objetivo (que uso más que nada para proteger la lente).

Desde el edificio que se veía en la foto el Mini, dos clasicos de esta carrera, los jarotes Juan Jesús Coca y Luis María Benítez. Les habían ofrecido otro coche más potente, pero ellos prefirieron ser fieles al Visa Diesel de un vecino, con el que ganaron el pasado año en Turismos y en esta ocasión fueron segundos. En los asientos traseros, el cartel de «Salvad al sector lácteo». Buen detalle.

El espectacular BMW 325 de Juan Ramón Peregrina y Rafael Sánchez, de la Escudería Clásicos Alcalá, que acabaron quintos entre los Turismos.

El gran aficionado Jesús Latorre (natural del Valle de los Pedroches pero residente en Málaga) corrió el rallye con este bonito Toyota Celica, copilotando a su padre Jesús Emilio Latorre. Los dos disfrutaron mucho y acabaron la prueba, aunque no salieron en la clasificación final al no tener el vehículo los 25 años requeridos.

Sábado 9 de marzo. A las ocho y media de la mañana mi hermano Fernando, que iba con su hijo del mismo nombre, nos recogía en su Opel Zafira a Alvaro y a mí. Después se sumaba Íñigo F. un buen amigo y gran aficionado. Nos fuimos al Puente del tramo de Obejo, con el río a tope. En la foto, el coche cero, un Audi pilotado por Rafa Borland, que está en todas partes (como yo, que diré él.)

En el mismo lugar, los cordobeses Francisco y Francisco Javier Ramírez, con otro coche clásico en los rallyes, el Ford Fiesta XR2. Acabaron quintos de le clasificación general.

Uno de los coches más bonitos de la carrera, o por lo menos de los que más gustaron a nuestro grupo, el Fiat 124 Spider de Eduardo Osorio y Luis Vera, miembros del Club Nacional Seat 124. Acabaron cuartos de la general.

Otro coche precioso y que se ve poco, el Opel GT de los heermanos sevillanos Miguel Ángel y Mario Fernández, pilotos habituales de los rallyes con Seat Ibiza, y que debutaban en esta especialidad. Se lo pasaron bien y acabaron octavos de Turismos.

Como siempre, impresionante el Porsche 911 SRS de Luis Gracián y la simpática Ana Haliley. Creo que alguien puso en este blog en esta ocasión que era una réplica, pero me da igual, con su decoración Martini y su sonido, es un aparato..

El Seat 850 Sport Coupé de José de Miguel y su hijo Alvaro, uno de los coches más veteranos y que se conserva tal como salió de fábrica. El año pasado no pasaron del primer tramo, pero en esta ocasión llegaron a la segunda etapa. Buenos amigos y grandes aficionados los dos.

En este Ford Sierra 2.0 pilotado por José Moreno, iba de copiloto Sebastián Sánchez, un gran aficionado desde hace muchos años, que ha visto muchos rallyes, incluidos Montecarlo, Finlandia, etc. Padre de Rubén y Javier Sánchez, que también particiban en la prueba, es además habitual colaborador de las pruebas pozoalbenses con su Ortopedia Orsso.

Otro vehículo con larga tradición en rallyes, el Seat Panda, en este caso con un look similar al de Carlos Sainz. José Luis Rodríguez y Rafael Martínez consiguieron acabar la carrera en el top ten de los Turismos.

No podían faltar lucentinos en esta prueba. Además de los ya mencionados, en la foto, Andrés Montero y Rafael Palacios (saludando), con su Renault 5 Gt Turbo, otro mítico de las carreras que aún sigue dando guerra.

Después de pasar todos los coches nos fuimos tranquilamente hasta El Vacar, y allí redesayunamos unas buenas tostadas con aceite, mientras los participantes hacían el tramo de Pozoblanco, con posterior reagrupamiento allí, y después el de El Vínculo.

Nosotros bajamos a Córdoba por Los Villares para recoger a mi hermano Ignacio y mi sobrino Miguel, que había llegado desde Sevilla. Como no teníamos ganas de ir a por mi Zafira, sacamos los asientos de la tercera fila de la de mi hermano y allí nos metimos los siete, con los paraguas y las bolsas de las cámaras (tres de fotos y una de vídeo en lo que quedaba de maletero).

Tomamos rumbo hacia Posadas y desde allí hasta el cruce con la carretera que va hacia Hornachuelos. Había visto fotos muy chulas de Kike Salgeuiro y David Gómez en unas antiguas minas de plata, y hacia allí fuimos. Poco antes de llegar comenzó a llover torrencialmente, los arcenes eran auténticos arroyos y el agua pasaba por encima de la carretera en algunos sitios.

Aparcamos en el camino de una finca y nos fuimos a ver el lugar. En la fotografía, el clan JotaJota (como alguien lo llamó luego) o sea los que íbamos en el coche menos yo, junto a la Casa de la Plata.

Poco antes de la hora en la que calculábamos que tenía que pasar el coche cero, cayó un «turbión de agua», como se ve en la foto, con el coche al fondo. Era uno de esos momentos que cuando estás en una carrera piensas: «Con lo bien que estaría yo en mi casa, calentito y seco», pero como decía mi madre: «Sarna con gusto no pica». Menos mal que llevábamos paraguas grandes, botas, chubasqueros,etc. ¿Entendéis ahora lo de la Sierra Mojada del título de la entrada?

Pasaba el tiempo y no aparecía nadie de la carrera, llegamos a pensar que la habían neutralizado por el agua, pero llegó Manolo Muñoz con su coche. El Audi de Borland había roto un manguito y había abandonado.

Afortunadamente cuando llegaron los participantes amainó la lluvia y pudimos hacer fotos bajo el paraguas. En esta, el Alfa Romero Giulietta de Mejías-Gijón, que acabaron la carrera en la segunda posición final.

Y ahora un pequeño experimento o muestra de como pueden ser diferentes fotos hechas en el mismo lugar, por dos personas con cámaras de la misma marca (Canon) pero con diferentes datos o modificando las imágenes captadas.

Desde el mismo lugar que la anterior, mi sobrino Miguel hizo esta del Porsche 911 de los vencedores Miguel Ángel García y Fernando Saeta. Son diferentes ¿eh?.

En el puente junto a la casa, el BMW 2002 de Miguel Gómez y Concha Velázquez, dos grandes especialistas. Uno de mis primeros recuerdos de las carreras es del año 1976, cuando Enrique Villar ganó un Rallye de Córdoba con un coche similar a este. Anteayer.

Vicente Diosdado y Ana Bahamonde tuvieron problemas en el tramo de El Picacho, el viernes por la noche. al desprenderse el tubo de su Fura Crono. Se pararon y Vicente con lo sujetó como pudo siguiendo pero con una penalización importante. El sábado corrió sin escape, (había que oír al Furilla), y acabaron séptimos de le general.

Una de las sorpresas de la prueba fue la actuación de Juan Meléndez-Valdés, con el BMW 320 que habitualmente pilota su hermano Rafael. Con el joven Martín Moreno como copiloto, acabaron sextos de la general y primero de turismos.

Volvemos a mis fotos y en esta vemos al fondo a Miguel desde el lugar donde hizo las anteriores. El Porsche 911 es el de los cordobeses Antonio del Pozo y María Tirado, novenos de la general.

El tercer miembro de la familia Sánchez Ojeda en carrera fue Javier, piloto de este Seat 131 1600, acompañado por Blas Rubio, 11º de la general.

Otro debutante en regularidad: el peñarriblense José Ignacio López, excopiloto y oficial habitual en las pruebas andaluzas. Estrenó su Volkswagen Golf GTI, y al verme, dió ráfagas, como se puede ver en la foto.

Uno de los dos Seat 600 que participó en el rallye, el modelo E de Javier Expósito y Ángel Cañete, que como se puede ver en la foto, lleva su mano derecha sujetando «la baca». Pero además el brazo izquierdo lo lleva extendida y la mano sobre el marco del otro lado. El motivo no lo sé: o sujetaba el portaequipajes, se sujetaba el mismo o iba haciendo contrapeso. ¿Alguien lo puede aclarar?.

P.D. Al parecer se les soltó un lado del portaequipajes en pleno tramo, casi vuelcan y perdieron tiempo, por lo que el copiloto fue hasta el final del mismo sujetándolo.

Varios participantes en caravana, está claro que al menos dos de ellos estaban penalizando unos cuantos segundos. Como se puede ver, había salido el sol, y cuando pasaron todos, volvimos a la Zafira y nos dirigimos hacia Hornachuelos. Por cierto que nos adelantó una furgoneta de la organización que luego se paró a recoger algo….no sabemos qué.

En Hornachuelos los integrantes e la prueba pararon en un parque y comieron, momento que recoge esta foto. Después les quedaba toda la tarde de tramos, haciendo Posadas de nuevo (donde les cayó un buen chaparrón), para ir luago desde Obejo a Villanueva de Córdoba, donde hubo un regarupamiento. Desde allí nuevo tramo hasta Adamuz (por los Montes Comunales) y después la bajada hasta Pedro Abad, por donde se hace la crono pero en sentido contrario.

Nosotros teníamos más hambre que un perro chico, así que nos fuimos al Restaurante La Melchora, en el cruce de Posadas donde sale la carretera de Villaviciosa, y nos pusimos bien, como se puede observar en la mesa, con la carne de monte en primer plano. Más tarde tomamos café en el Pantano de la Breña y volvimos a Córdoba, donde teníamos reunión familiar.

El que suscribe volvió al parque cerrado poco antes de las ocho de la tarde, al que estaban llegando los participantes. En la foto, el Renault 9 de Raúl García y Luis Fernández, junto con el BMW de Peregrina. Comentario general sobre la dureza de la prueba y la lluvia, cada uno contando sus incidencias.

Un ratillo después se realizó la entrega de trofeos. En la foto, el podium final scratch, con Miguel García y Fernando Saeta(camisa blanca) en en escalón más alto, a su derecha Juan Megías y Jesús Giajón, y a su izquierda los terceros: Rubén Sánchez y Miguel Bajo. Junto a ellos los jefes de El Corte Inglés y en el centro Miguel Reina, presidente del Instituto Municipal de Deportes.

Hasta aquí esta macroentrada, que había pensado partirla en dos pero así tenéis más para leer en los próximos días de vacaciones, con motivo de la Semana Santa. Y relacionado con esto me vais a permitir para acabar una opinión personal sobre algo que no tiene nada que ver con el mundo del motor:

Me gusta el nuevo Papa Francisco, que no estaba en las quinielas de los «vaticanistas de los últimos tiempos» ni de los «opinadores profesionales» que tanto abundan. Su actitud tras la elección por los cardenales del cónclave, y las líneas que va marcando me parecen muy esperanzadoras. ¡Que Dios le bendiga y ayude!

Y nada más. Nos vemos.