In memoriam: Demetrio del Val

En el número 105 de la revista ganvaminformación, he publicado un artículo dedicado a la memoria de Demetrio del Val, hermano de Carlos y fallecido recientemente. Lo reproduzco en esta entrada, con las mismas fotos que han salido, y lo hago como homenaje a estos dos hermanos, afincados desde hace muchos años en Andalucía, y que han contribuido de una forma muy importante al desarrollo del automovilismo en nuestra tierra.

Demetrio del Val de pie junto al Bugatti T30 pilotado por su hermano Carlos, en Fuengirola

Clásicos

In memoriam:Demetrio del Val

El tema previsto en la sección de clásicos de este número era otro cuando supe del fallecimiento de Demetrio del Val Payer el pasado 19 de junio en Andújar. Curiosamente, en algunas de las fotos que tenía preparadas aparecían los Hermanos del Val, por lo que decidí cambiar el artículo y dedicarlo a la memoria del mayor de los del Val. Además, mi tío Luis Fernando Medina , director durante muchos años de la revista “Velocidad” y anterior responsable de esta sección, mantenía una entrañable amistad con Carlos y Demetrio desde hace muchos años. Pilotos de motocicetas y coches, excelentes mecánicos y sobre todo, coleccionistas-restauradores que establecieron en la localidad jiennense de Andújar una valiosa colección.

 

Con su Delaunay Belleville, Carlos (pilotando)  y Demetrio del Val en el Puente Romano de Córdoba

Demetrio del Val Payer nació en Madrid unos años antes de la guerra civil. Su padre fue un destacado ciclista y en 1929 instaló en Madrid la primera estación de servicio de la capital. Tras un breve paréntesis en la contienda, volvieron a la capital de España, donde tuvieron garajes y venta de coches de prestigio. Como su hermano menor Carlos, comenzaron en el ciclismo pero después se pasaron a los vehículos con motor.  Tras acabar el bachillers, ingresó en la Escuela de Marina de Barcelona, de la que salió como oficial, y durante la mili entró en contacto con las motocicletas Zundapp con sidecar, practicando en un circuito improvisado. Por su parte, Carlos comenzó con su carrera motociclista, y Demetrio le acompañaba como mecánico, hasta que él mismo se animó a participar en sidecares, tras su encuentro con el famoso pìloto Roland Benz, al que trajo a Madrid para que le hiciera una moto. Como resultado, y con su hermano Carlos en el side, consiguieron numerosas victorias y se proclamaron campeones de España los años 1956 y 1957. Ese mismo año, tras organizar una carrera en Valencia en beneficio de los daminificados por unas inundaciones, se vio desplazado por los representantes federativos, y rompió el diploma que le dieron, por lo que fue amenazado con desposeerlo de sus títulos y sancionarlo. Por este motivo, Demetrio dejó el motociclismo.

En una Ruta Baena Oliva Virgen de Coches Antiguos, Demetrio repoe el lídquido del radiador de un Ford T Roadster

Aficionado a los coches antiguos, se pasó a las cuatro ruedas y realizó grandes viajes, como un Madrid Lyon con un Renault Tonneau monocilíndrico de 1902, u otro con un Hispano Suiza de 1906. Acompañado por Gregorio Prendes, salieron de Buenos Aires y atravesaron Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela, estableciendo un récord mundial de distancia con un coche tan antiguo. Posteriormente recorrió en USA 40 estados en dos meses con un Fiat 1906, quedándose en ese país una temporada. En 1960 volvió a España y se dedicó a fabricar karts (los karval), inroduciendo esta especialidad en nuestro país. Después trasladarían su residencia a Andújar, y se dedicó a su labor de coleccionista-restaurador, compatibilizandola con  su otra gran pasión, la navegación (relizó largas travesías con un velero).

Los hermanos del Val acudieron a muchas pruebas automovilísticas andaluces, en este ocasión, en una subida jiennense don sus réplicas de Bugatti y Mercer (ambos con mecánicas Seat).

Para los que vivimos en Andalucía, era habitual la parada en la gasolinera y el Hotel del Val, de Andújar, con claro ambiente automovilístico. La primera vez que tuve contacto directo con Carlos y Demetrio del Val fue en Fuengirola, donde se hizo a primeros de los ochenta una demostración en un proyectado circuito urbano. Allí acudieron con su Bugatti T30, y tuve “el honor” de empujarlo para arrancar cuando se detuvo. Después los he visto muchas veces en reuniones de vehículos antiguos por toda Andalucía, así como en carreras de vehículos modernos, a las que acudían siempre que se les reclamaba. Gracias a mi parentesco con “el comandante Medina”, tuve buena relación con los dos, tan diferentes. Carlos más extrovertido, hablador y “relaciones públicas”, y Demetrio más callado, muchas veces en un segundo plano buscado por él, pero siempre dispuesto a aclarar cualquier duda.

 

También estuve varias veces en su casa, sede de la Colección de Automóviles Hermanos del Val, donde trabajaban diariamente en sus proyectas. Una de ellas fue en 1905, cuando el ayuntamiento de Andújar les entregó la Medalla de Oro de la ciudad y rotuló con su nombre la calle donde estaba su casa. En las fotografías que ilustra este reportaje se puede ver algunos de los vehículos más destacados, como el Delaunay Belleville  de 1907 que perteneció al zar Nicolás II de Rusia o el Bugatti T30 de 1922, que restauraron en varias ocasiones. Además construyerin réplicas de vehículos, como un Bugatti T37, un Mercer o un Alfa Romeo que Demetrio hizo a partir de una maqueta estática.

 

Demetrio, a la izquierda, junto con Mario Gutierrez Cantó (médico y gran aficionado), en el Santuario de la Virgen de la Cabeza, en Andújar.

En los últimos años se dedicaron a organizar el Encuentro de Vehículos Históricos Ciudad de Andújar con gran éxito de participación. Precisamente al del 2006 Demetrio acudió convaleciente de un proceso cardiológico por el que había estado ingresado. Este gran aficionado y piloto, un auténtico “gentleman driver”, ya no está con nosotros. Seguro que allá arriba estará ya organizando, con otros amigos, reuniones de clásicos. Descanse en paz.

Acabo este entrada, dedicada a los del Val, con una curiosa foto, hecha en la Posada del Potro de Córdoba, a principio de los ochenta..

En ella podemos ver a Carlos del Val junto a un Ford con el que realizó varios rallyes de coches antiguos por toda Europa (fijaros la placa delantera), y a su lado, el que fue muchas veces de copiloto, gran amigo de los del Val, Pedro Pires. Gran piloto y después durante muchos años vinculado a la Federación Andaluza de Automovilismo, para mí el mejor secretario, y buen amigo.

Nada más. Ahora a descansar, en un cuatro días estaré de vacaciones y además tengo que desmontar el cuarto desde el que escribo, por los pintores. Así que este ordenador estará «out» un par de semanillas.

Buen verano